Llueve en Buenos Aires, otra vez y como siempre lo recordaré. No se preocupe, yo tengo mi propio servicio de meteorología.
Mi nostalgia por Baires tiene tantos nombres como Dios. Cuando me enredo voluntariamente en ella, suena el tango que nunca bailaré con Carlos Gardel, la palabra "porteño", el "ché!" que tanto decía mi padre y las palabras del Che, el que murió en su ley. Y veo a Maradona, Caniggia, y ahora Messi haciendo magia con la pelota, mientras alumbra la luna del Luna Park, (porque yo le creo a Fito que en Buenos Aires cuando se habla de la luna solo hay una: la del Luna Park).
Se llama Charly, al cual voy a ver cada vez que viene porque quien-sabe-si-podré-volverlo-a-ver-otra-vez. Y porque sí, es adolescente escuchar Sui Generis, y es más adolescente que a los 26 años alguien trate de sacar los acordes de "Rasguña las Piedras", y yo sigo intentándolo.
Y suena a Piazolla, y a que las callecitas de Buenos Aires que tienen un no se qué (ya sé que estoy piantao, piantao, piantao). Y al flaco, que me llevó a Almendra y a Serú (por la Sarita que hubiese preferido escucharlos en kst), y me transporta por la máquina que no solo hace pájaros, sino maravillas musicales.
Se llamó (y se llama) por años Calamaro, que me regala mentiras verdaderas y que me acompañó a crecer con los Abuelos de la nada al lado. Por Soda, por Bersuit, porque también he tomado para no enamorarme y visceversa. Por Ataque, a quien probablemente nunca veré y por los fabulosos, a quienes debí volver a ver.
Y claro, mis conversaciones con Borges, Cortázar, Bioy Casares, Walsh, Sábato y Pizarnik, en un barcito de esos que aun no piso, pero que conozco de memoria, son de caracter confidencial. No se puede romper el off de record.
3 comentarios:
Qué lindo que vuelvas a escribir en tu blog, mi querida amiga. Y sí. Tenés razón. Entiendo. Y añado que para mí es un gran honor que me recuerdes en esta casa tuya, escritas en tu también entrañable país, del que yo ya tengo nostalgias a futuro y melancolías del presente. Un beso.
Humberto
Catalina, Feliz día del periodista...
Las contradicciones de Buenos Aires te esperan para enamorarte aún mucho más, ese cielo celestísimo, infinito que te hace sentir chiquito chiquito y te hace querer llegar súper lejos, el cielo Blue de BsAs y las telarañas porteñas que no tienen final.
Cuando vengas traeme un poquito de lo que tanto añoro de mi querido cielo panza de burro, que tanto derroche de celeste no hace bien pa´la nostalgia limeña.
Te quiero mucho Cata! ven rapidito ****
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