08 marzo 2009

Oído a la música

Es mejor tener el volúmen del mp3 en 10, que en 30. No, no formo parte de una campaña para reducir índices de sordera, sino de una para poder disfrutar las melodías que del aparatito salen.

Lo malo es que salir por las calles de Lima (no puedo hablar por otra capital, ya que es la única que conozco por el momento) y pretender escuchar música a 10 de volúmen es imposible. Sobre todo si trabajas en el Centro de Lima - cuyos problemas de tránsito harto conocidos por los limeños prefiero no detallar - o si te movilizas de un distrito a otro en horas "punta" (en las que parece que todos los carros que circulan en Lima decidieron ir en la misma dirección que tú).

Pero me refería a las ocasiones en las que uno puede bajar el ritmo (taqui)cardiaco al día. Hace un par de meses (el 2009 avanza muy rápido), pasé todo el día en las alturas de extremo occidente leyendo, y fiel a la tradición, sucumbí a la intención recurrente de ponerme los audífonos y mimetizarme con mis sábanas. Y claro, en la tranquilidad de mi guarida, el 30 reventaba los oídos y me causaba un nauseabundo dolor de cabeza. En cambio, el 10 me enseñaba a diferenciar los tiempos del bajo, los secretos de la guitarra y hasta los engaños de los altibajos vocales.

No es que sea la primera vez que escucho música en la tranquilidad de mi camarote. Fue la primera vez que me percaté de las ventajas de escucharla más bajo que de costumbre. No en 30, sino en 10. Placentero, riquísimo, aleccionador, escapatorio. Y además, remedio contra la 'sordera'! No todo tiene que gritarse... hay cosas que se sienten mejor en decibeles bajos.

1 comentario:

Vian dijo...

quizá no sea muy útil dejar un comentario en un blog que al parecer ya no se actualiza y hacerlo además en la primera entrada, pero me acordaba de una vez que me metí a una casa "casi abandonada" (uno nunca sabe...) y dejé alguna nota pues me había gustado algo del lugar, y me había sentido a gusto.
bueno, acá fue algo así.
buenas sensaciones.