07 abril 2009

¿Bendita sea la ignorancia?

La ignorancia no siempre es atrevida. Hay cosas que es preferible no saber, o hay cosas que a estas alturas de la vida (que siempre que lo digo pienso que esas alturas son cada vez más altas), han hecho que cambie un poco la idea de que es bueno saberlo todo, no ocultar nada.

Por ejemplo, yo realmente, preferiría no haberme enterado como se hace el azúcar: mi nariz me lo agradecería. Y creo que también preferiría no haberme enterado los efectos secundarios de la Coca Cola Light / Zero: mi estómago me lo agradecería.

Tal vez hay cosas que al corto plazo es mejor no saber, aunque a largo plazo valga la pena haberlas sabido. Pero como la lluvia nunca vuelve hacia arriba, tal vez nunca nos enteraremos cuando es o no bueno salir de cierto tipo de ignorancia, o nos enteramos muy tarde. Y como las cosas pasan por algo, aunque ese "algo" para nosotros no es entendible sino hasta el final de la situación, que es el equivalente a Dios sabe porque hace las cosas, aunque nosotros seamos los últimos en enterarnos... me quedo pensando en el costo y/o el precio que a veces trae salir de cierto tipo de ignorancia. A veces, jode. Sino, pregúntenle a mi nariz durante el paseo en la fábrica de caña de azúcar. O pregúntenle al kiwi (que probablemente muchos llevamos dentro), si aun lo encuentran.

2 comentarios:

Jose Alejandro Godoy dijo...

La verdad siempre libera, a pesar que conocerla, muchas veces, en el momento, nos incomode mucho. Pero es mejor para seguir avanzando pisar sobre terreno que se sustenta en buenos cimientos y no en el aire. Quizás el dia en que nos juguemos mas por afrontar nuestras verdades nuestro mundo será distinto.

Peperina dijo...

Técnicamente, la lluvia si regresa al cielo mi estimada Cata