31 mayo 2016

Mirar

Miro por la ventana desde pequeña. Miraba por la ventana y veía entrar como un regalo la luz naranja del atardecer que le daba sentido a los veranos que tanto detestaba.
Miraba esperando que llegue una compañía, no un a salvación. Tal vez acompañarse sea una forma de salvarse, pensaba.
Miraba por la ventana y soñaba con el futuro como sueña una presidiaria encadenada a la pata de su cama. Como una condenada a muerte. Una muerte llamada vida.
Ahora miro la ventana pensando en lo difícil que es quitarse ciertas cadenas, aun cuando el candado está abierto.

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